domingo, 17 de julio de 2011

Mujer.

Como mujer sencilla me radicalizo. Con nuestras caderas anchas alucinamos. Con nuestras manos cortas y gordas hacemos magia. Con nuestro fémur corto te enfrentamos. La piel morena te encanta, la tes blanca te sensibiliza, las colorinas te queman. Por nuestras venas re-corre la lucha histórica, hirviendo en sueños, cansadas de llevar el pan a la casa y pedir permiso para entrar. Agradecer porque sí, llorar por los demás. Ya no nos amarramos a la cocina y al cuchillo tentador. Tomamos el pañuelo y nos lo ponemos en nuestra cara. Con nuestros ojos te miramos. Nuestra boca y nariz se ensombrecen con nuestro pañuelo. Nuestras manos gordas y cortas se empuñan. Nuestras piernas corren por luchar, por enfrentar, por libertad, por diversidad. Sólo ven nuestros ojos, el puño en alto, sintiendo el hambre por vivir, por dejar de sobrevivir.


sábado, 9 de julio de 2011

Si podemos hablar de algo diferente hablemos de nosotros, individualmente, hablemos de nosotros como sociedad, hablemos de nosotros como cultura, hablemos de nosotros al sentir, como entes que van en túneles, en mundo diferentes, que se juntan, que se unen, que se separan, que ven el mundo de tantas manera que hace que exista tantos mundos como gotas de lluvia, que hace existan tantas subjetividades, hace que la verdad absoluta sea un mito urbano, que los lazos sean indeterminables entre una personas y otra, hace que el mundo en sí sea inefable.

viernes, 1 de julio de 2011

30 de Junio.


Parecía que las nubes apaciguaban el lento e interrumpido caminar del mar humano. Y no. Cansados de nuestros piés no estábamos. Si fastidiados por el mercantilismo, por el circo social-demócrata, el neoliberalismo, capitalismo, como se llame, como se viva. El hambre aumentaba y la  barricada tomaba protagonismo. Bandas, cajas, bailes, colores, tristeza, locura e ironía reinaban en la Alameda. Así de delirante. Ante el cañón, la molotov, el pañuelo, nos cuidábamos. Frente a la bronca y el éxtasis, respiramos. Caminando no luchamos; por más obvio que suene, sólo luchando luchamos. Dejamos de lado los roles impuestos: Estudiantes, adolescentes, casi universitarios. Vamos siendo lo que somos; despojando lo preconcebido, lo que creemos que debemos ser, las etiquetas, los nombramientos, órdenes, el festín del titiriteo.
Proletariado somos y, con fuego - barricada, evidenciamos lo evidente.




En casi - vivo .